Alicia en el País de las Maravillas es uno de esos cuentos que de pequeño no entiendes bien, que la película te entretiene pero no te influye de ninguna forma ( sin duda la muerte de un padre león era mucho más conveniente con 4 años..) y así, llegas con 18 años, creyendo acordarte del cuento y te llevas una sorpresa, ¡anda, mi vida.!
Alicia representa esa persona preocupada por encontrar una respuesta clara a todo lo que se le plantea, no es capaz de improvisar un plan e incluso se "autoregaña" cuando actúa de manera natural o imprevisible.Alicia representa a nuestro yo convencional . Sin embargo, el País de las Maravillas es ese lugar idílico que soñamos, donde no existe el tiempo, donde no existen las verdades absolutas pero podríamos vivir allí? Claramente no, sólo hay que ver a Alicia.
Y por qué estamos todos locos? Alicia representa a la locura humana muy acertadamente, no una locura enfermiza, sino esa rareza, particulariedad que sufre el ser humano y le obliga a actuar distinto. Quién sino un humano, tropieza varias veces con la misma piedra? Sí, Alicia bebe de la botella, come un pastel y una seta sabiendo ya el peligro; quién no reconoce en Alicia a aquel niño de su infancia que ni la cosa más extraña le resultaría sorprendente?
Este cuento es sin duda una sátira de muchos de los convencionalismos e imposiones que ya en 1865, Lewis Caroll quiso manifestar.
Un saludo!! ( Faltan dibujos por problemas con la nueva interfaz de Blogger, mañana reedito!)
No hay comentarios:
Publicar un comentario